Travesía espiritual.
En las primeras dos décadas de mi vida, he experimentado una secuencia de hechos que han marcado cuáles deben ser mis objetivos, fueron antecedidos por una linda introducción en mi primera década de vida, en mi infancia, donde todo parecía ser especialmente encomendado para mí y ¡qué bien que lo vi así! porque aprendí mucho de cada situación, aprendí de mi circulo de compañeros, mis profesores y fundamentalmente de mis padres y hermanos.
Pasados los 15 años y llegando a los 18, hubo una transición que yo considero trascendental, desenmascaré los engaños que años atrás me había creído de la religión católica y embarqué el mejor viaje de mi vida, el cual no pretendo terminar hasta el final de mi vida física. Aunque en realidad este viaje no ha tenido principio ni fin, cuando embarqué este viaje no hice tal cosa, sino advertirme de mi viaje espiritual.
Ahora que estoy en el inicio de la tercera década de existencia física y ya han pasado algunos años desde que soy consciente de este peregrinaje, aun siento como si no hubiese progresado mucho, pero sé que por pequeños que sean los pasos son muy importantes y que en el mundo espiritual las magnitudes carecen de sentido, no hay tiempo ni espacio y eso me da muchísima libertad... éso me recuerda que quiero ser libre y la libertad espiritual es un bello índice que estamos bien encaminados.
Una reflexión desde mi ser libre.
No desenfoques tu atención a lo sublime, a lo divino, a lo inspirador, porque es allí dónde perteneces, dónde hallas consuelo y aliento para levantarte cada vez que te sientes caído, porque no caes, no puedes caer, eres infinito, hay un conocedor dentro de ti que lo sabe y es el ego quien te hace sentirte caído, pero no lo estás.
Un amigo llegó inesperadamente hasta mí, me dio su reproductor de música y me dijo:
- Qué bien que lo encuentro aquí, quiero que escuche esto.
Sorprendido tomé su reproductor y al presionar el botón reproducir escuché el audio-libro de "No estás deprimido, estás distraído" de Facundo Cabral. Sonreí con júbilo, porque frase a frase recalca todo lo que he aprendido en estos años. Te dejo un fragmento de esencial importancia para nuestras vidas, para emprender nuestra búsqueda espiritual:
Seamos de esos despiertos, de los curiosos que habla Cabral. Tienes el poder de atraer a ti a las personas, cosas y sucesos para crecer, obtener todo el conocimiento que en esta vida será necesario para tu aprendizaje. Libérate de lo que no te hace mejorar. No pierdas tiempo, no gastes tus células en cosas que no te enriquezcan, y si lo haces, no te mortifiques, porque eres infinito, inmortal y el universo está abierto para ti, puedes volver a comenzar, siempre te estará esperando.
Sé libre.
En las primeras dos décadas de mi vida, he experimentado una secuencia de hechos que han marcado cuáles deben ser mis objetivos, fueron antecedidos por una linda introducción en mi primera década de vida, en mi infancia, donde todo parecía ser especialmente encomendado para mí y ¡qué bien que lo vi así! porque aprendí mucho de cada situación, aprendí de mi circulo de compañeros, mis profesores y fundamentalmente de mis padres y hermanos.
Pasados los 15 años y llegando a los 18, hubo una transición que yo considero trascendental, desenmascaré los engaños que años atrás me había creído de la religión católica y embarqué el mejor viaje de mi vida, el cual no pretendo terminar hasta el final de mi vida física. Aunque en realidad este viaje no ha tenido principio ni fin, cuando embarqué este viaje no hice tal cosa, sino advertirme de mi viaje espiritual.
Ahora que estoy en el inicio de la tercera década de existencia física y ya han pasado algunos años desde que soy consciente de este peregrinaje, aun siento como si no hubiese progresado mucho, pero sé que por pequeños que sean los pasos son muy importantes y que en el mundo espiritual las magnitudes carecen de sentido, no hay tiempo ni espacio y eso me da muchísima libertad... éso me recuerda que quiero ser libre y la libertad espiritual es un bello índice que estamos bien encaminados.
Una reflexión desde mi ser libre.
No desenfoques tu atención a lo sublime, a lo divino, a lo inspirador, porque es allí dónde perteneces, dónde hallas consuelo y aliento para levantarte cada vez que te sientes caído, porque no caes, no puedes caer, eres infinito, hay un conocedor dentro de ti que lo sabe y es el ego quien te hace sentirte caído, pero no lo estás.
Un amigo llegó inesperadamente hasta mí, me dio su reproductor de música y me dijo:
- Qué bien que lo encuentro aquí, quiero que escuche esto.
Sorprendido tomé su reproductor y al presionar el botón reproducir escuché el audio-libro de "No estás deprimido, estás distraído" de Facundo Cabral. Sonreí con júbilo, porque frase a frase recalca todo lo que he aprendido en estos años. Te dejo un fragmento de esencial importancia para nuestras vidas, para emprender nuestra búsqueda espiritual:
No estás deprimido, estas distraído de la buena información, inevitable para una buena vida. Salomón o Borges en lugar del periódico; Mahler o Bach en lugar del televisor; amistades inteligentes y positivas en lugar de perdedores por indolencia e ignorantes desdichados por su propia decisión... De este modo recibirás la mejor energía, la esencial, porque el crecimiento es natural de la vida, el movimiento constante es su causa, y para estar listos para los cambios debemos estar libres y atentos con las herramientas listas para ejecutar cuando las energías pasen por nosotros. De lo contrario, se esfumarán como el humo que sale de las chimeneas. Por eso es conveniente estar cerca de los que son buenos receptores, los despiertos... los curiosos como Bertrand Russell, Schopenhauer, Ashbery, Grasbury, Eco, Paz, Kristnamurti, Osho, por hablar de los más cercanos. El secreto de Einstein era seguir a las cabezas más altas que la suya, como el secreto de Cambert fue meterse en todos los rincones de la historia. Sólo la inteligencia puede detectar cómo se entrelazan las cosas de la vida, solo la inteligencia puede conectarnos con el Universo hasta comprender que somos parte de él, por lo tanto tenemos su misma energía.En los tiempos de la información, es muy difícil no caer en la trampa de la adicción a los equipos electrónicos, si es así pues será mejor evitarlos, limitarnos su uso necesario, una vez logrado o si no se ha tenido ese problema, podemos utilizarlos (a parte del uso cotidiano) como herramientas indispensables para adquirir conocimiento. Es gratificante ver una hermosa película que refleje esperanza para el mundo (como Cadena de Favores), platicar con personas de otros países, conocer otras culturas y compartir con ellos las experiencias de la vida, el internet es una fuente exquisita de información, pero ten cuidado, porque también contiene desinformación. No te olvides de la literatura y de la música para el alma, a la que también tienes acceso desde tu ordenador si lo prefieres.
Fragmento de "No estás deprimido, estás distraído" de Facundo Cabral.
Seamos de esos despiertos, de los curiosos que habla Cabral. Tienes el poder de atraer a ti a las personas, cosas y sucesos para crecer, obtener todo el conocimiento que en esta vida será necesario para tu aprendizaje. Libérate de lo que no te hace mejorar. No pierdas tiempo, no gastes tus células en cosas que no te enriquezcan, y si lo haces, no te mortifiques, porque eres infinito, inmortal y el universo está abierto para ti, puedes volver a comenzar, siempre te estará esperando.
Sé libre.
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