17 enero 2009

Palabras

Cierro mis ojos tratando de encontrar las palabras,
sutiles palabras que llegan a mi mente,
más no sutiles como el olor de tu perfume,
fragancia inspiradora que alimenta mis sentidos.

Abro mis ojos y... ¡ahora sobran las palabras!
siento como si naciera el sol poniente,
las estrellas se disparan de la fuerza que las une
y el corazón estalla, una implosión de mis latidos.

Estás allí, y yo, sin pronunciar palabras,
pues mi silencio las ahoga y retornan a la fuente;
más valen las miradas y sonrisas que el momento reune,
que un ramillete sonoro viaje por el aire y llegue a tus oídos.

Fluyen, forcejean y se detienen, ¡palabras!
aún sin tener un gen que me torne elocuente,
me llena tu mirada y tu presencia me vuelve inmune,
ya no me altero por buscar más sonidos.

Palabras son sólo eso, ¡palabras!
prefiero conectar en tu piel lo que mi corazón siente,
con un beso soñado que mi deseo presume,
al final, ello será el sonido, y el mayor de mis cumplidos.


El sentimiento de un hombre que intenta declarar su admiración y amor a una mujer, pero que
entre tanta fascinación, queda enmudecido y no encuentra otra forma mejor de expresarse que darle un beso. Este poema lo escribí por encargo, para decir una salutación a una reina de las fiestas patronales de Juayúa el 2 de enero del 2009.

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