Libertad (Parte I)

Investigando un poco acerca de la libertad, me topé con una serie de conceptos y puntos de vista que algunos ya habían estado antes en mi mente, otros desconocidos para mí. Hay muchas corrientes de pensamiento que han intentado definirla y aquí mostraré un poco de toda esta ensalada.

Libertad, un término difícil de expresar, pero puede resultar un tanto fácil si se acentúan los ámbitos a los que nos estamos refiriendo. Pues no es lo mismo hablar de libertad en situaciones políticas, filosóficas, religiosas o de otra naturaleza.

Comencé por buscar en el diccionario de la lengua española, la primera definición dice:

Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.

Notad la aclaración que se hace con la palabra "responsable", pues es aquí dónde quizá se sugiriera el acotamiento de libertad en ámbitos como en lo social, en el que hay leyes que regulan el comportamiento humano en la sociedad y luego conocemos situaciones como libertad condicional, secuestros, encarcelados, etc.
Sin embargo, en este sentido, la responsabilidad es el resultado de los actos de una conducta libre; puesto que, como dice la definición anterior, por naturaleza no se tienen límites para actuar de la manera que queramos, incluso responsabilizarnos de los efectos de éstos actos es también nuestra elección.

Libertad políticamente hablando.
Ahora bien, si retomamos el componente ley y suponemos a una persona que en su libertad de actuar como desee asesina a otra persona, se le considera un homicida y según las leyes de algunos países sería sentenciado a cárcel o en otros le podrían decretar la pena de muerte.
En este sentido, ya no hablamos de libertad, sino de libertinaje. Término que se atribuye al actuar libremente sin hacerse responsable por las consecuencias de los actos cometidos (aunque dista un poco de la definición dada por la RAE). Una persona que esté en la cárcel, podría decirse que es consecuencia de no haber hecho buen uso de su libertad, convirtiéndose en un libertino, por tanto... ¡NO ES LIBRE!
No quiero ser un libertino, quiero ser libre.

Sigo investigando, y encuentro que en el entorno político, el sistema que protege las libertades civiles y actúa para que los poderes del Estado estén regidos por la misma ley, se conoce como liberalismo. El cual actúa en favor de la libertad de cada persona, para dar seguridad frente a la injerencia del gobierno en sus vidas. También en lo político encontramos aspectos como libertad de expresión, libertad religiosa, libertad de pensamiento, libertad de prensa, etc. Éstas libertades son conocidas en general como libertades civiles.
Libertad de ésto, libertad de lo otro... desde niño creí que era una sola, limpia e invulnerable libertad, pero con tanta libertad ya no parece que seamos libres. ¡Quiero ser libre!

Continúo indagando, pero ya no por hoy, pues me siento preso con tanto concepto, tanta ley, tanta idea y con tanta libertad... ¡sí, me siento preso con tanta libertad! . Y no es ese el objetivo, el objetivo es ser libre.