28 septiembre 2009

Etiquetas


Para tu mayor comodidad este sitio posee una sección llamada Etiquetas, en la que se encuentran marcas o señales que sirven para clasificar temas específicos como: reflexiones, poesía, libertad, propósito, etc.

De manera similar, durante nuestras vidas vamos etiquetando situaciones, cosas, conductas, decisiones, consejos, eventos, lugares y hasta personas. Practicamente a todo le hemos puesto una marca para clasificar o identificar. Piensa en esto, incluso tu nombre puede ser una etiqueta, todo nombre posee un significado y ya sea que te hayan nombrado de acuerdo o no a ese significado, es una marca mediante la cual te identifican las demás personas. Sin embargo, tú no eres tu nombre, así que no necesariamente tienes que estar influenciado por lo que signifique.

A menudo se escuchan frases como: "eso es imposible", "no quiero estar con él porque no creo que sea el mejor para mí", "no puedo hacerlo, eso es muy difícil", "ella es una buena mujer", "no me curaré de esta enfermedad", "quizás, pero dudo de ello", etc. Se juzga de acuerdo a nuestra percepción y le colocamos adjetivos a todo, ya sea que podamos verlo o no. La definición de nuestras vidas se debe a decisiones sobre las etiquetas que nos aventuramos a tomar en el camino. Hay muchas de estas marcas que puden afectar nuestras vidas en grandes magnitudes.

¿Qué hay de malo en usar etiquetas?
Catalogar como "malo" el uso de éstos distintivos es solo una prueba de lo frecuente que se usan y a la vez es una prueba de lo importantes que son. En términos "etiquetables", podemos decir que es bueno el uso de las etiquetas, sin embargo es necesario ser cauto en su uso, porque podrían atraernos consecuencias no deseadas.

¿A qué consecuencias conllevan el uso de las etiquetas?
Apreciaremos la respuesta a esta pregunta en los casos donde jugamos a adelantarnos al futuro: "jamás podrás ganarle, él es mucho mejor que tú", "por mucho que insistas, será algo imposible de alcanzar", "hay muchas empresas, voy a fracasar si compito contra ellas", "no me gusta esta asignatura, seguro suspenderé". Este tipo de etiquetas vienen por falta de confianza y de conocimiento en nosotros mismos, pero solo provocan que suceda eso que no queremos, porque así enfocamos nuestra atención. Se ha dicho ya de muchas maneras y se continuará insistiendo: somos nuestra atención, somos resultado de nuestros pensamientos.

Como podemos notar en los ejemplos anteriores, asignamos etiquetas a las situaciones o personas, incluídos nosotros mismos. En el caso de: "esa asignatura no me gusta, seguro la suspenderé", probablemente ya se le ha asignado la etiqueta de "irrelevante", "aburrida" o "no útil" y por eso no gusta y se auto-impone la etiqueta "suspenderé", adelantándonos al futuro y si no se cambia de actitud, el deseo es cumplido: se suspenderá.

Etiquetas, energía a tu favor.
Las etiquetas provienen de los pensamientos, son un tipo de energía que asignamos para determinar cómo actuaremos, decidiremos, hablaremos o entendemos todo lo que nos rodea. Si ponemos etiquetas a cosas que aún no suceden, ¿por qué no usar toda esta energía a nuestro favor? Hay tantos calificativos llenos de buena energía que pueden motivarnos a conquistar grandes sueños. Comienza desde hoy: "Yo pudeo", "Todo saldrá muy bien", "Soy capaz", "Es posible", "¡Vamos, tú puedes!", "A pesar de todo lo que ocurre, soy feliz, ¿por qué no?", "Me voy a reponer de esta enfermedad" o como nos recuerda mi amigo Nelson Díaz: "Todo lo puedes lograr".

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